domingo, 13 de agosto de 2017

París (Día 7): Catacumbas fallidas y salida

11 de agosto de 2016
Amanece en París y nosotros despertamos. Desayunamos en el aparthotel. Subimos de nuevo a la habitación a acabar de preparar las maletas y, después, las dejamos en consigna.
Salimos y nos tomamos un café enfrente de la Ópera en el Café de la Paix.
Después, cogemos la línea 7 en Opéra hasta Châtelet y transbordamos en Châtelet-Les Halles al RER B y nos bajamos en Denfert-Rochereau. 

Tren MI79 del RER B en Denfert-Rochereau
Salimos y vamos en busca de las Catacumbas que vimos rápidamente gracias a la enorme cola que había para entrar. Nos pusimos en ella pero no avanzaba casi nada. Sabíamos que el aforo era limitado y, de vez en cuando, veías dos personas entrar. No sabíamos cuánto tiempo iba a tardar y, de casualidad, a mi padre se le ocurre mirar en internet ese tiempo: ¡más de hora y media! Al ver ese dato, sabíamos rápidamente que lo íbamos a dejar para otro año.
Queríamos probar los buses parisinos, así que fuimos en busca de una parada que tuviera una línea que nos llevara cerca del hotel. La encontramos a la primera. Esta parada era la de la estación de Denfert-Rochereau de la línea 68 que, a través del Boulevard Raspail, la Rue du Bac, el Pont Royal, la Avenue du Géneral Lemonnier, la Rue des Pyramides y la Avenue de l'Opéra te dejaba en la Place de l'Opéra.
Salimos del bus y caminamos por la Rue Halévy, la Rue Meyerbeer, la Rue de la Chaussé d'Antin (estas tres porque nos equivocamos de calle) y el Boulevard des Italiens y entramos al Pizza Hut a comer.
Al acabar, volvemos al aparthotel, recogemos las maletas y volvemos al metro. Cogemos la línea 9 en Havre-Caumartin hasta Franklin D. Roosevelt. Aquí, transbordamos a la línea 1 y nos bajamos en Porte Maillot. Dije adiós al Metro de París, uno de mis lugares favoritos.
Nos movemos a la terminal de autobuses y esperamos a que llegue nuestro autobús. Cuando llega, subimos.
En el trayecto, ya sí que dijimos el adiós definitivo (aunque luego no será totalmente) a la Torre Eiffel (que se veía en el trayecto) y a París.
Llegamos al aeropuerto de Beauvais-Tillé y caminamos hasta la Terminal 1. Pasamos los controles y esperamos en la puerta de embarque.
Embarcamos en el avión y despegamos.


Pasamos por las cercanías de París y la pudimos ver, destacando las luces de los Campos Elíseos y la Torre Eiffel y (ahora sí que sí) dimos el adiós definitivo a la ciudad.
Sobrevolamos Orléans y Limoges y, a partir de ahí, todo se volvió negro debido a la noche. Después, pasamos por encima de Toulouse, los Pirineos y Lérida y empezamos a descender. Volamos cerca de Valencia y aterrizamos en el aeropuerto de Alicante.



Desde aquí le doy las gracias a las azafatas del avión por dejarme entrar a la cabina al aterrizar en Alicante.
Recogemos las maletas de la cabina del avión y llegamos a la terminal. Caminamos hasta el parking, cogemos nuestro coche y conducimos hasta Ibi, donde finaliza nuestro viaje.
Fin del día 7
Fin del viaje





Supongo que te preguntarás: ¿No fuisteis a la Sainte Chapelle o la Plaza de la Bastilla? ¿Y el Hôtel de Ville, la Plaza de la República y el Cementerio de Père-Lachaise?¿Y tan aficionado que eres a los trenes, no fuiste a la Maison de la RATP ni montaste en el Tranvía? ¿Aficionado a los aviones y no has ido ni al Museo de Le Bourget o al de Air France? ¿Tampoco fuisteis a la Défense a ver el Grande Arche o los rascacielos?
Sí, es verdad que no he ido a todos esos sitios y muchos más pero, lo publicado en los posts, es todo lo que nos ha dado tiempo a hacer en una semana. Además, la Maison de la RATP y el Museo de Le Bourget los descubrí haciendo este blog. Y el de Air France pasé por delante el día que fui a los Inválidos pensándome que era la central o algo parecido de la aerolínea y, descubrí que era museo, también, haciendo este blog. A día de hoy, me da bastante rabia haber pasado desapercibido.

Museo de Air France
Foto del día 2




Si tienes alguna duda o curiosidad sobre el viaje, simplemente déjamela en los comentarios.

París (Día 6): Palacio de Versailles

10 de agosto de 2016
Amanece en París y nosotros despertamos. Desayunamos en el apartahotel y marchamos. Cogemos la línea 8 de metro en Opéra hasta La Motte Picquet-Grenelle, donde transbordamos a la línea 10 hasta Javel-André Citroën. Caminamos hasta la estación de Javel y cogemos el RER C hasta Versalles Château Rive Gauche (sé que en Invalides, por donde hemos pasado con la línea 8, podíamos haber ido al RER C pero los días que estábamos en París, el RER C estaba cerrado por obras entre Javel y Gare d'Austerlitz; también sé que desde St. Lazare se podía ir a Versailles-Rive Droite con la línea L de SNCF pero en el momento del viaje, no sabíamos eso).

Boca de metro de Javel-André Citroën
Tren en el que fuimos en Javel
Tren en el que fuimos en Versailles Château Rive Gauche
Lo que más me gustó del tren es que el interior está ambientado en el palacio de Versailles.
Salimos de la estación y caminamos por la Avenue du Général de Gaulle y la Avenue de Paris y llegamos a la entrada del Patio de Armas. Pasamos el control y entramos al Patio de Honor donde llegó el primer susto del día. Vimos una enorme cola de gente que parecía una serpiente que iba y venía. Teníamos la esperanza de que fuera la cola de los tickets (los habíamos comprado online), así que mi padre y mi madre se quedaron haciendo cola y mi hermana y yo fuimos a investigar. Desgraciadamente, tuvimos mala suerte y era la cola de entrada. La cola de los tickets estaba en un edificio lateral que también tenía bastante cola. No recuerdo exactamente cuánto tiempo estuvimos en la cola pero se me pasó muy rápido.

Cour d'Honneur
Reja real
Pasamos el segundo control y nos metemos en el Patio Real.

Patio Real
Entramos ya dentro del edificio y recorremos la Capilla Real y las habitaciones con cuadros, estatuas, exposiciones y más que te cuentan la historia del palacio y las monarquías que residieron aquí.

Capilla real
Cuadro de María Antonieta
Estatua de Luis XIV
Después, subimos al primer piso y nos fuimos a la Galería de los Espejos y la Cámara del Rey. A la Cámara de la Reina no pudimos entrar ya que estaba cerrada por obras.

Galería de los Espejos
Cámara del Rey
Foto: José Luis Giménez
No visitamos el resto del palacio ya que, lo que más nos importaba del recinto eran los jardines. Por eso no visitamos, por ejemplo, el Salón de Hércules o la Galería de las Batallas.
Luego, bajamos a los jardines y vemos la gran mayoría de ellos.

Jardines junto al palacio
El Parterre de l'Orangerie (primer plano), Estanque de los Suizos (fondo)
Parterre d'Eau
Jardines y palacio
Jardines y Bosquete de las Tres Fuentes (fondo)
Queríamos ir a los Palacios de Trianon y al Dominio de María Antonieta. Se podía ir de tres formas: andando, en un cochecito que podías alquilar o en un tren de ruedas. Decidimos ir en el tren ya que esa zona estaba bastante lejos. Este tren tenía cuatro paradas: el palacio por la parte trasera, el Gran Trianon, el Pequeño Trianon y el Gran Canal. Primero, nos bajamos en el Gran Trianon. Lo que más me gustó del recorrido es que tienes vistas de otras partes del jardín desde el tren. 

Fuente de Neptuno
Árboles del Parque
Bajamos del tren y entramos al Gran Trianon.

Sala del Grand Trianon
Jardines del Grand Trianon
Sala del Grand Trianon
Pasillos del Grand Trianon
Sala del Grand Trianon
Salimos y cogemos de nuevo el trenecito hasta el Pequeño Trianon. Entramos.

Sala del Petit Trianon
No había trenecito u otra cosa que fuera a la Aldea de la Reina y fuimos andando por el parque por nuestro instinto, ya que no había ninguna indicación de dónde se encontraba y, para más complicación, había muchos caminos que se dividían y se perdían entre la gran cantidad de árboles. Nos encontramos el Templo del Amor de casualidad en el camino.

Templo del Amor 
Entre árboles, caminos de tierra y arbustos, por fin llegamos a la Aldea de la Reina, que la recorrimos entera, pasando por delante de cada una de las casas.
La casa de la Reina estaba en obras y no se podía ver.

Sendero para ir a la Aldea de la Reina
Lago de la Aldea junto a la Torre de Marlborough
Molino de la Aldea
Gabinete de la Aldea
Lago junto a la Torre de Marlborugh
Torre de Marlborough (izquierda), Lechería de Degustación (derecha)
Una cosa que me sorprendió bastante es que esta zona estaba llena de bastantes animales, tanto en el lago como en la granja (esta última estaba algo apartada del resto de la aldea).





Recorremos un par de caminos y acabamos de nuevo en la entrada del Petit Trianon. Cogemos el trenecito y no nos bajamos en la parada del Gran Canal ya que íbamos en busca de un restaurante, por lo que nos bajamos en la del palacio.

Árboles en el camino de vuelta al Petit Trianon
Allée des 2 Trianons desde la Place du Petit Trianon
Jardines (primer plano) y Grand Canal (fondo)
Estanque de Latona
Jardines
Vimos una indicación de un restaurante llamado La Buvette du Dauphin en el interior del Bosque del Delfín. Caminamos por el interior del jardín y lo encontramos. Comemos aquí.

Entrada al Bosque del Delfín
Interior del Bosque del Delfín
Salimos por la Allée Royale y nos dirigimos al Gran Canal.

Fuente de Apolo
Fuente del Grand Canal
Château de Versailles desde el Grand Canal
Volvemos al palacio por la parte opuesta a la Allée Royale.

Bosquete de la Colonnade
Estanque de Latona
Salimos del palacio y volvemos a la estación de tren de Versailles Château Rive Gauche.

Château de Versailles desde la Cour d'Honneur
Estatua de Luis XIV en la Place d'Armes
Hacemos el mismo recorrido que en la ida pero a la inversa (RER C hasta Javel, línea 10 hasta La Motte Picquet-Grenelle y línea 8 hasta Opéra).

Tren en el que fuimos en Versailles Château Rive Gauche
Otro tren en Chaville Vélizy

Volvemos al hote, preparamos un poco las maletas y descansamos.
Tras un tiempo, nos vamos de compras a los centros comerciales de Au Printemps y La Fayette a pocos metros del apartahotel. Primero, fuimos a Au Printemps y, después, a La Fayette, que le daba mil vueltas al anterior.
En la última planta (o penúltima) me acuerdo que íbamos mirando las tiendas y se me fueron los ojos a un archivador del metro de Londres. Entré a esa tienda y había bastantes cosas más de este metro y me compré alguna que otra. Pero, por si te lo preguntas, también me he comprado cosas del Metro de París en, por ejemplo, la tienda de recuerdos del Arco del Triunfo o en una tiendecita muy pequeña en la Rue Saint Dominique.
Salimos y retornamos al hotel y cenamos con lo que nos queda de la compra de ayer en Monoprix. Y a dormir. Mañana será un gran pero triste día.
Fin del día 6



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